“Me acaba de amenazar; me dijo que me va a agarrar a la salida”, manifestó Alberto Lebbos, cuando estaba parado a metros de la puerta principal de la sala de audiencia del Palacio de Justicia. En ese momento, el padre de Paulina, la joven asesinada en 2006, señaló a un “hombre de camisa a cuadros” que se alejaba.
Se trataba del cuñado de Eduardo Di Lella, uno de los imputados por el encubrimiento del homicidio de la estudiante universitaria. “El señor Lebbos trató de basura al doctor (Eduardo) Di Lella. Le dije que no es ninguna basura. Soy cuñado de Di Lella”, respondió Antonio Murga.
Así se vivió el momento más tenso del primer día del juicio oral por el crimen de Paulina. Ocurrió en medio de un cuarto intermedio, durante la instancia oral. Esta situación, inclusive, llevó a que el Tribunal realizara una advertencia a las partes cuando se reanudó la audiencia.
“No podemos dejar pasar por alto estas situaciones para que las audiencias prosigan con el debido respeto”, advirtió el presidente del Tribunal, Carlos Caramuti, tras ser informado sobre el incidente entre Lebbos y la otra persona.
Di Lella es uno de los cuatro ex funcionarios del gobierno de José Alperovich imputados en la causa. Los otros son el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, el ex subjefe de la fuerza, Nicolás Barrera, el ex titular de la Unidad Regional Norte, Héctor Brito. El ex policía Hugo Waldino Rodríguez está acusado también de haber realizado maniobras para tapar el asesinato de Paulina.
Impresiones
“Estoy viviendo esto con una gran emoción. Este no solamente es mi sueño, también el de los compañeros de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, quienes están aquí acompañándome”, expresó Lebbos, en el comienzo del debate oral y público.
El padre de la joven asesinada manifestó que en el banquillo “están sentados aquellos que eligieron el camino de la maldad, de la delincuencia”. “Aquellos personajes que protegieron y siguen protegiendo a los asesinos de Paulina, todos bajo la jefatura de quien es el responsable ideológico de que el homicidio esté impune, que es José Alperovich”, añadió.
Lebbos estuvo al frente de los imputados en la sala del Palacio de Justicia, una circunstancia que le generó emociones diversas, según describió. “La verdad, siento pena por la familia de ellos (por los imputados). No sólo han causado un daño terrible a mi familia, sino también a sus seres queridos. La hermana de Di Lella anda mendigando piedad. Eso refleja el daño que le hicieron a su propia familia estos delincuentes”, manifestó ante la prensa.
El comerciante hizo hincapié en que espera que durante el juicio salga a la luz datos que lleven a determinar cómo murió su hija o si una persona ordenó el encubrimiento del crimen. “(Los imputados) están a tiempo dejar de lado la conducta maligna, de reivindicarse y decir la verdad, de decir a quién protege o el nombre del asesino de Paulina”, enfatizó.
El imputado
Lebbos remarcó que Roberto Luis Gómez, principal imputado, tuvo una activa participación en el crimen. “Faltan otros, además de Gómez. Por eso pido que diga la verdad. Se comprobó en el proceso de investigación que este hombre ha usado el teléfono de Paulina durante mucho tiempo. Y su familia, principalmente su padre, se jactaba de una íntima relación con la familia Alperovich. Él ha sido beneficiario de cargos públicos. Sabe y tiene que decir la verdad”, apuntó.
Alberto Lebbos pudo estar presente en la sala durante la primera jornada de audiencia. Sin embargo, se prevé que no podrá participar cuando inicie la ronda de testigos, ya que también tendrá que dar su testimonio.
Lebbos estuvo acompañado por Viviam Perrone e Isabel Yaconis, de la Asociación Madres del Dolor; Matías Bagnato, el único sobreviviente de la conocida “Masacre de Flores”; y María Luján Rey, madre de Lucas Menghini, una de las 51 víctimas de la tragedia de Once.
La etapa previa
Una vez concluido el análisis y resolución de las “cuestiones preliminares”, el presidente del Tribunal, Carlos Caramuti, explicó los pasos subsiguientes del proceso para llegar a una condena o absolución. En esa línea, aclaró que primero se leería el requerimiento de elevación a juicio -se detallan los hechos de los cuales se los acusan a los imputados- y las razones que el fiscal Diego López Ávila tuvo en cuenta para imputarles los delitos de los que están acusados. La lectura del requerimiento terminará de leerse hoy.
El derecho de la defensa
Luego, tendrá lugar el ejercicio de la defensa o “descargo material”, etapa en el cual los imputados podrán prestar o no declaración sin que sus palabras resulten una presunción en su contra. Tras esta etapa, se pasará a la “recepción pruebas”. El proceso continuará con la declaración de los testigos de la acusación pública, particular y de la defensa, “para ser más compresible y ágil el desarrollo del debate”. Finalmente, se ingresará en la etapa de los alegatos y acusaciones finales: primero de la parte acusadora y luego, la defensa. Se pasará así al derecho a réplica.
Deliberación del tribunal
Concluidas todas estas etapas del proceso, el Tribunal pasará a deliberar para decidir por la absolución o por una condena. Antes de eso, los acusados tendrán el derecho de dirigirse a los vocales de la Sala III.